Trustindex verifica que la fuente original de la reseña sea Google. Nos casamos el 24 de agosto. El día no empezó de la mejor manera ya que se puso a llover y teníamos pensado hacer la ceremonia en el jardín, la cual tuvimos que cambiar de emplazamiento ya que estaba todo empapado. La hicimos en uno de los salones de los que disponen en el Pazo con una enorme cristalera la cual ofrecía unas vistas muy bonitas para la ocasión.
El personal encantador, Maria, Vanesa y Luciano han conseguido que a pesar de las inclemencias meteorológicas nuestra boda fuese viento en popa. El camarero de la barra libre recuerda las copas que toma la gente, solo tienes que acercarte y levantar el dedo. Superprofesional, Javier creo recordar que se llamaba.
Nos quedamos a dormir en el Pazo y cogimos todas las habitaciones para parte de la familia. Estaban todas perfectas, muy limpio y ordenado. El desayuno estaba buenísimo.
En definitiva, la meteorologia no ayudo, pero todo el personal que estuvo trabajando ese día hizo que nuestro día brillase con luz propia. Siempre agradecidos.